06 Abril 2016

La Asociación Herrerías visita el Puerto de la Laja

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De camino a la Mina de São Domingos (Mértola, Portugal) el presidente de la Asociación Herrerías, Pepe Suárez, acompañado de dos becarias y de una doctoranda italiana que estudia el Patrimonio Industrial de nuestra comarca visitaron el Puertode la Laja.

Un antiguo puerto de minería ubicado en el municipio de El Granado (Huelva) y situado en la orilla izquierda del río Guadiana, a pocos kilómetros aguas abajo del puerto minero de Pomarão. Fue construido en el siglo XIX, y estuvo asociado a explotaciones de la Faja Pirítica Ibérica como Santa Catalina, Cabezas del Pasto y Mina de Las Herrerías.

En la visita se pudieron observar todos aquellos restos que quedan de las viejas estructuras a día de hoy.

Pudimos observar los depósitos y tolvas donde el mineral era descargado inclinando las vagonetas estacionadas en la cubierta superior. La cobertura de los depósitos ha desaparecido, así como el equipo para el transporte de mineral de hierro en los barcos.

Tanto en la línea férrea Herrerías-Puerto de la Laja como en su vecina São Domingos-Pomarão, no quedan más que restos de la estructura. Los raíles fueron desmontados y vendidos como chatarra. La plataforma de la línea se ha convertido en un reclamo turístico porque permite el paso de senderistas y de bicicletas por lo que se ha acondicionado como parte de la Vía Verde del Guadiana.

Al final de la visita, nos encontramos con un vecino del puerto que atrajo nuestra atención. 

Se trataba de un neozelandés afincado allí. Peter Richard Lawton, un escritor apartado de las grandes urbes que llegó a nuestro país por tener descendencia europea. Había trabajado para las Naciones Unidas, destinado en países como India o Afganistán “analizador de situaciones” (situation analysis). Quería cambiar de aires y buscar tranquilidad. Consiguió llegar allí comprando la casa por internet en un lugar que le encantó. 

Pepe Suárez intercambió los dos últimos libros publicados por la AH y Peter Richard nos obsequió con su primer libro escrito en España y el segundo de su carrera. Mostró además interés por el centro de interpretación de la asociación en el Puerto y por la labor llevada a cabo por nuestro equipo. Fue un verdadero placer.
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